En una fiesta se aprende la vida.
En una fiesta se goza, se celebra, se ríe y se llora.
Bajo el frió sol de setiembre, en donde las hojas no florecen porque nunca marchitaron ni cayeron, se celebra la marcha de marcha, en donde se mira la estrella de la mañana, se oyen todas las voces, se siguen las huellas que otros marcharon, buscando la vida y buscando la alegría que da el compromiso de seguir al gran guía.
El que no festeja no prueba el sabor que da la marcha, el que no festeja no ve en las flores multicolores la gracia de Dios
Con el tiempo se comprende que los que estamos aquí necesitamos un tambo en donde poder descansar y celebrar lo que hacemos, celebrar que somos parte de un movimiento grande, que crece cada día y que también tiene derecho a festejar su vida, su alegría , su aciertos y su forma de generar vida. Uno se entrega cuando festeja, este es el momento donde debemos entregarnos.
Es mi marcha, raíz de sueños. Es mi marcha, fiesta de esperanza. Donde el sol no tiene dueños, ni se tapa con un dedo, démosle a los caminantes esa marcha que tenemos, y compartirla con ellos.
Hay q contar la historia.
Hay que hacernos parte de la historia
Bajo el frió sol de setiembre, en donde las hojas no florecen porque nunca marchitaron ni cayeron, se celebra la marcha de marcha, en donde se mira la estrella de la mañana, se oyen todas las voces, se siguen las huellas que otros marcharon, buscando la vida y buscando la alegría que da el compromiso de seguir al gran guía.
El que no festeja no prueba el sabor que da la marcha, el que no festeja no ve en las flores multicolores la gracia de Dios
Con el tiempo se comprende que los que estamos aquí necesitamos un tambo en donde poder descansar y celebrar lo que hacemos, celebrar que somos parte de un movimiento grande, que crece cada día y que también tiene derecho a festejar su vida, su alegría , su aciertos y su forma de generar vida. Uno se entrega cuando festeja, este es el momento donde debemos entregarnos.
Es mi marcha, raíz de sueños. Es mi marcha, fiesta de esperanza. Donde el sol no tiene dueños, ni se tapa con un dedo, démosle a los caminantes esa marcha que tenemos, y compartirla con ellos.
Hay q contar la historia.
Hay que hacernos parte de la historia
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